viernes, 30 de octubre de 2009

El triste adiós.

El final de la historía, dado que no me apetece ahondar más profundamente en el tema, fue trágico e inesperado.
Las tramas que Ángel empleó con cada uno de nosotros nos destrozaron de distinto modo llevándonos por un camino sin retorno del cual mi pareja no salió.
Me es muy difícil relatar esto dado que marcó mi vida y me hizo sentir culpable durante mucho tiempo... finalmente comprendí que la culpa de lo ocurrido no había sido mía como algunos intentaron hacerme creer.
La situación con Ángel era insostenible para todos pero especialmente para mi, su acoso, su necesidad de hacer daño gratuito, sus cebos para hacer ver cosas que solo estaban dentro de su mente... toda esa presión hizo que me fuese alejando de mi chico, sin darme cuanta que él sufría, quizás, más que yo dado que era su hermano, su sangre...
Todo lo que habíamos construido se derrumbó en tan poco tiempo que el miedo se apoderó de mi, discutíamos por cualquier estupidez, nos faltábamos el respeto como nunca imaginé que pudiera ocurrir... todo tenía la misma marca, el mismo motivo, el mal había ganado.
Mi amor por él era fuerte pero necesitaba alejarme de todo aquello, poner en orden mi cabeza, buscar salidas para reconstruir nuestras vidas y le pedí tiempo a mi chico para intentar salvar lo nuestro.
Dejamos de vernos durante un par de meses aunque hablábamos a menudo por teléfono y durante la última semana quise quedar con él en varias ocasiones ya que le notaba muy decaído, distante... aceptó a verme dado que había tomado la decisión de poner tierra por medio y pasar una temporada con sus padres, en su tierra, lejos de todo lo que le estaba haciendo daño... lo entendí y nos vimos durante una hora en aquella terminal plagada de gente donde no pude demostrarle cuanto le echaba de menos... no volvería a verlo.
Mi pareja entró en un estado difícil de describir y se metió de lleno en una depresión de la cual no salió.
Recuerdo aquella tarde como si el tiempo no hubiese pasado... pero me niego a relatarla... duele... no voy a machacarme nuevamente.
Mi chico dejaba esta vida tempranamente... el suicidio según muchos es una cobardía... no voy a dar mi opinión, no estoy aquí para eso, se fué mi amigo, mi compañero... y quizás no supe estar a su lado para evitarlo.
La noticia me llegó por una llamada de teléfono llena de rabia hacía mi, culpándome en cierto modo de ello y sumiéndome en un pozo oscuro del cual me costó salir.