Ana fue compañera de curso en mi segundo instituto (donde reapareció el hermano de Teresita, para situarnos)
Durante mi breve estancia fuimos solamente conocidos, apenas teníamos contacto ya que ella (palabras propias) pensaba que era un chulo y yo opinaba que era una tía rara (algo oscura) aunque tras mi marcha esto cambió.
Su hermana estaba absolutamente enamorada de mi (recuerdo que venía a buscarla a la salida de las clases solamente por verme) y a través de ella Ana y yo hicimos amistad semanas antes de mi abandono estudiantil.
Tras esto nos pasamos los teléfonos y comenzamos a llamarnos, es curioso ya que en un par de meses congeniamos plenamente, cosa que no habíamos conseguido durante todo el curso.
Su hermana puso todo de su parte para follarme, tenía unos cuatro años más que yo y seis más que Ana por lo tanto sabía lo que hacía y cierta noche me deje llevar.
Fue en una quedada de compañeros del instituto (la cual organizábamos cada dos meses) aunque Ana y yo habláramos casi a diario a través del teléfono.
En esas conversaciones Ana me comentaba lo muy enamorada que estaba su hermana de mi y yo leía entre sus frases que la que realmente lo estaba era ella, lo de su hermana era más sexual y lo de Ana era pura pasión.
La hermana estaba más buena, era más cañera… pero no tenía ni por asomo el encanto de mi amiga pero ya se sabe que un calentón tira más que cualquier otra cosa y sucedió lo que tenía que pasar desde hace tiempo, me follo como una auténtica máquina…
Lo recuerdo claramente, llevábamos unas copas, comenzó a mordisquearme el cuello, me arrastro hacía la salida del local (lloviznaba) “ven conmigo _dijo”
Corrimos hacía su coche, inclinó los asientos, se me echo encima, estaba como loca… me quito los vaqueros y mordisqueó mi polla… me la comió como una posesa hasta hacerme daño… como una jinete experta cabalgó sobre mi, mi polla entraba y salía de su coño hambriento… mientras nuestras lenguas batallaban por llevar las riendas de la situación.
Fue un polvazo increíble tras el cual volvimos a la disco, la peña se dio cuenta de lo que había pasado (risas y miradas cómplices) en los ojos de Ana había dolor, un dolor que me hizo sentir el más miserable de los hombres, jamás podré olvidar esa mirada… ese sufrimiento velado… su eterna sonrisa desaparecida… pasados varios meses recuperamos el contacto.
Me confesó lo que yo ya sabía, estaba totalmente cegada por mi, desde el primer día que entré en aquella aula… y haberme follado a su hermana la había destrozado, no por el acto en si mismo más bien por sentirse traicionada al haberlo realizado estando cerca de ella, en una de nuestras quedadas… su amor era de verdad, real y peligroso… no podría dañarla nuevamente aunque ella no me lo estaba poniendo fácil dado que se acercó a mi y besó mis labios con una dulzura absoluta… el camino se ponía difícil.
Tras su beso llegó otro y otro más… “quiero estar contigo… nunca sentirás lo mismo que yo pero no importa… me bastará sentirme entre mis brazos… mi sueño se cumplirá finalmente”
¿Como se le queda a uno el cuerpo tras escuchar esas palabras?
Mi historia con Ana acababa de empezar… su transformación se produjo en las siguientes semanas y un mes después de esa conversación se presentó ante mi como un lobo feroz.
sábado, 28 de febrero de 2009
viernes, 13 de febrero de 2009
La finca de papá... zona caliente... parte II
De vuelta a casa hicimos la parada obligada para que Alberto me dejara sin gota, realmente sabía lo que hacía y demostró que estaba en forma dado que mientas engullía se saco el rabo y volvió a correrse mientras se la meneaba.
Charlamos, me contó que era cocinero y compartía piso con un amigo, quedamos en volver a vernos el viernes siguiente (cuatro días después) nos despedimos con un beso nervioso… por ambas partes, me gustaba mucho, más de lo que debía.
Durante esos días no me lo pude quitar de la cabeza, habíamos quedado por la tarde, no sabía donde iríamos o lo que haríamos así que me enfundé un chándal y fui hasta mi cita…
Había quedado a unos minutos de mi casa, el llegar se me hizo eterno, esperar una medía hora sin respuesta me dejo chafado…
El caso es que mientras esperaba me pareció ver un coche similar, modelo, color… pero nadie apareció… estaba jodido y me fui directamente a la finca, aquello no iba a joderme más de lo permitido.
Ni rastro de mi conquista… así que me puse mi coraza (que se había resquebrajado por culpa de ese tío) y me follé a un chavalito fibradete que andaba baboso tras de mi.
Continué un ratillo más por allí y me entró un tío interesante, alto, moreno, de pelo rizado, buen cuerpo aunque sin vello, impresionantes y duras piernas… según me dijo era futbolista de un equipo de 1ª división… Madrileño, no estaba yo muy centrado en eso del fútbol así que no supe quién era, tiempo después comprobaría que era cierto…
Nos lo montamos, nos corrimos y me llevo a casa, quería volver a verme pero le dije que no me interesaba y fin de la historia.
A los pocos días volví a la finca y sorpresa… me encontré con Alberto.
Vi una silueta que prometía y me acerque… me pareció que era… sí, era él.
Emprendí mi huida y Alberto vino tras de mi, por todos los vericuetos de la finca… parecía que intentaba decirme algo… disculparse, que se yo.
Su persecución fue tremenda…
Salí a la carretera y rápidamente me metí en la dehesa, él venía hacia mi con el coche, me perseguía, estaba tan cabreado que no le di oportunidad alguna de que me explicara el motivo de su plantón…
De nuevo en carretera le vi apostado en la zona donde quedamos la anterior vez, hice un rodeo para no pasar ni de cerca por allí y se acabo el tema.
No hubo más encuentros y Alberto se quedó en un recuerdo.
Charlamos, me contó que era cocinero y compartía piso con un amigo, quedamos en volver a vernos el viernes siguiente (cuatro días después) nos despedimos con un beso nervioso… por ambas partes, me gustaba mucho, más de lo que debía.
Durante esos días no me lo pude quitar de la cabeza, habíamos quedado por la tarde, no sabía donde iríamos o lo que haríamos así que me enfundé un chándal y fui hasta mi cita…
Había quedado a unos minutos de mi casa, el llegar se me hizo eterno, esperar una medía hora sin respuesta me dejo chafado…
El caso es que mientras esperaba me pareció ver un coche similar, modelo, color… pero nadie apareció… estaba jodido y me fui directamente a la finca, aquello no iba a joderme más de lo permitido.
Ni rastro de mi conquista… así que me puse mi coraza (que se había resquebrajado por culpa de ese tío) y me follé a un chavalito fibradete que andaba baboso tras de mi.
Continué un ratillo más por allí y me entró un tío interesante, alto, moreno, de pelo rizado, buen cuerpo aunque sin vello, impresionantes y duras piernas… según me dijo era futbolista de un equipo de 1ª división… Madrileño, no estaba yo muy centrado en eso del fútbol así que no supe quién era, tiempo después comprobaría que era cierto…
Nos lo montamos, nos corrimos y me llevo a casa, quería volver a verme pero le dije que no me interesaba y fin de la historia.
A los pocos días volví a la finca y sorpresa… me encontré con Alberto.
Vi una silueta que prometía y me acerque… me pareció que era… sí, era él.
Emprendí mi huida y Alberto vino tras de mi, por todos los vericuetos de la finca… parecía que intentaba decirme algo… disculparse, que se yo.
Su persecución fue tremenda…
Salí a la carretera y rápidamente me metí en la dehesa, él venía hacia mi con el coche, me perseguía, estaba tan cabreado que no le di oportunidad alguna de que me explicara el motivo de su plantón…
De nuevo en carretera le vi apostado en la zona donde quedamos la anterior vez, hice un rodeo para no pasar ni de cerca por allí y se acabo el tema.
No hubo más encuentros y Alberto se quedó en un recuerdo.
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