De vuelta a casa hicimos la parada obligada para que Alberto me dejara sin gota, realmente sabía lo que hacía y demostró que estaba en forma dado que mientas engullía se saco el rabo y volvió a correrse mientras se la meneaba.
Charlamos, me contó que era cocinero y compartía piso con un amigo, quedamos en volver a vernos el viernes siguiente (cuatro días después) nos despedimos con un beso nervioso… por ambas partes, me gustaba mucho, más de lo que debía.
Durante esos días no me lo pude quitar de la cabeza, habíamos quedado por la tarde, no sabía donde iríamos o lo que haríamos así que me enfundé un chándal y fui hasta mi cita…
Había quedado a unos minutos de mi casa, el llegar se me hizo eterno, esperar una medía hora sin respuesta me dejo chafado…
El caso es que mientras esperaba me pareció ver un coche similar, modelo, color… pero nadie apareció… estaba jodido y me fui directamente a la finca, aquello no iba a joderme más de lo permitido.
Ni rastro de mi conquista… así que me puse mi coraza (que se había resquebrajado por culpa de ese tío) y me follé a un chavalito fibradete que andaba baboso tras de mi.
Continué un ratillo más por allí y me entró un tío interesante, alto, moreno, de pelo rizado, buen cuerpo aunque sin vello, impresionantes y duras piernas… según me dijo era futbolista de un equipo de 1ª división… Madrileño, no estaba yo muy centrado en eso del fútbol así que no supe quién era, tiempo después comprobaría que era cierto…
Nos lo montamos, nos corrimos y me llevo a casa, quería volver a verme pero le dije que no me interesaba y fin de la historia.
A los pocos días volví a la finca y sorpresa… me encontré con Alberto.
Vi una silueta que prometía y me acerque… me pareció que era… sí, era él.
Emprendí mi huida y Alberto vino tras de mi, por todos los vericuetos de la finca… parecía que intentaba decirme algo… disculparse, que se yo.
Su persecución fue tremenda…
Salí a la carretera y rápidamente me metí en la dehesa, él venía hacia mi con el coche, me perseguía, estaba tan cabreado que no le di oportunidad alguna de que me explicara el motivo de su plantón…
De nuevo en carretera le vi apostado en la zona donde quedamos la anterior vez, hice un rodeo para no pasar ni de cerca por allí y se acabo el tema.
No hubo más encuentros y Alberto se quedó en un recuerdo.
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