Hasta siempre, Maestro Craven.

Freddy Krueger ha tirado su jersey rojo y se ha vestido de luto. Su padre, su creador, su amigo ha muerto dejándolo solo. Ha salido muy triste de su casa. Sí, esa que está a la izquierda de la calle Elm. Irá en un vuelo nocturno a darle el último adiós. Quizás le acompañe su amiga mortal, aunque antes tendrá que romper la maldición que pesa sobre esas colinas que todo lo ven. Su amiga permanece encerrada en ese sótano, indefensa, asustada y su alma mortal será bendecida o condenada. Será salvada de esa pesadilla si Freddy y los chicos de Scream logran que los 100.000 voltios de terror le conviertan en inmortal para cuidar siempre de él. Wes Craven nos ha dejado, pero sus personajes y sus historias permanecerán en nuestros corazones. Todos tus seguidores te damos las gracias por ello. Cuidaremos tu obra y serás recordado con cariño. Un arco iris asoma en el cielo y se escucha música... Krueger y compañía se despiden con una sonrisa del amigo perdido.