El regreso de unas de las sagas más grandes de las aventuras gráficas finalmente vió la luz el pasado 20 de abril. Lo tenía reservado (en su edición coleccionista) desde que se anunció muchos meses atrás. El primero lo jugué en PC, el segundo en PS2 y ahora ha tocado en PS4. Fan absoluto de la saga, deseaba ponerme con él de inmediato pero el anuncio de que sacarían un parche para el doblaje al castellano me hizo esperar... ¡ya que el doblaje no apareció hasta el 1 de agosto! Y ahora que lo he terminado (con pausa incluida por el último Uncharted), me toca valorar la espera después de tantos años entre el anterior capítulo y este. Me gustó la mayoría de sus escenarios aunque se notan grandes diferencias entre unos y otros. Parece que el tiempo de desarrollo ha tenido algo que ver. Las animaciones, en ocasiones, son bastante robóticas, lo que le resta credibilidad a una historia interesante pero bastante más floja que la de sus predecesoras. El traslado de los escenarios a entornos en tres dimensiones le sienta muy bien al igual que la nueva interacción con los objetos. ¡No todo es malo, coño! Aunque lo peor del título son las aparatosas caídas en el rendimiento y los parones que se producen tras grabarse automáticamente. Pero su maravillosa banda sonora, sus ingeniosos puzles, el carisma de Kate y los Youkol y un doblaje bastante correcto en nuestro idioma, salvan de la quema a uno de esos títulos que defiendes a muerte aunque trás su escena fínal te planteen que va a continuar... ¡No tiene un final cerrado! ¿Dentro de cuántos años volveremos a jugar la nueva aventura, amig@s? Si recuperan la magia del primero pueden contar conmigo. Aunque puede que me pille demasiado mayor para disfrutarlo. ¡¡Hasta muy pronto, Walker!!
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