No puedo expresar con palabras lo que fue aquel polvo sin recordar, muy a mi pesar, todo lo que vino después, cosas buenas y malas pero con un final que jamás deseé y que marcó la siguiente etapa de mi vida.
Recuerdo aquel pequeño apartamento donde pasé tantas horas junto a él con nostalgia… emoción… me cuesta echar la vista atrás y no sentirme culpable… pero con el tiempo he comprendido que nadie puede hacerte participe de algo que se te escapa de las manos cuando unos sentimientos, ya gastados, no acompañan a la historia…
Pero no adelantemos acontecimientos.
Estábamos uno frente al otro, ardientes miradas llevaban consigo deseos hasta aquel momento frenados, movimientos corporales llenaban el espacio de una pasión desatada que nos hacía daño.
Nuestras ropas caían lentamente mientras nos fundíamos en un largo beso que nos aviso de lo bueno que iba a ser aquello… sexo lleno de emociones, lazos que empezarían a formarse e incluso sentimientos feroces que nos atraparían sin remedio.
Nuestros cuerpos sudorosos, desnudos, brillaban bajo una luz tenue que dibujaba cada uno de nuestros actos… comiéndonos las pollas, entrando en él… entrando en mi… sexo en mayúsculas, del bueno, sin límites, sin miedos, grande.
Era un tío impresionante físicamente (ver imágenes) pero lo que me enamoro como un loco adolescente era su coco… siempre ideando, sorprendiéndome, pendiente de mi… después de tanto tiempo siendo independiente había llegado la hora de sentar la cabeza y tener una relación de verdad… ¿realmente estaba preparado?
La palabra compromiso me daba alergia, había tenido infinidad de relaciones más o menos estables pero siempre manteniendo mi independencia, era esencial para que la cosa funcionara y meterme de lleno en algo mucho más profundo me daba miedo, mi forma de ser no se adecuaba a pertenecer a una sola persona.
Me conocía demasiado bien y sabía que tras los primeros meses, alucinantes, se me iría pasando la pasión y pondría mis ojos sobre algún otro objetivo para seducirlo y añadirlo a mi lista…
Tal cual imaginé sucedió.
Poco más de un año me duro la pasión, la admiración, el deseo… aunque continuaba queriendole mucho, pero de distinta manera…
Había cumplido los 30 pero seguía con muchos pájaros en la cabeza y actuaba por impulsos, necesitaba vivir otras etapas para madurar finalmente de golpe y darme cuenta de todos y cada uno de los errores cometidos en el pasado.
viernes, 29 de mayo de 2009
viernes, 15 de mayo de 2009
Marcado por el destino.
Fresco y guapote (primera hora de la noche) me planté en la parada del bus esperando mi cita, nervioso, ilusionado y lleno de dudas…
¿Vendría?
¿Saldrían las cosas como yo había imaginado?
¿Estaría el listón tan alto como deseaba?
Según encendía un cigarro escuché el claxon de un coche que permanecía en doble fila, algo alejado de mi, me esforcé en mirar en aquella dirección y dado que mí visión de lejos es más bien nula comencé a acercarme.
Salió del coche y espero a que yo llegara, chupa de cuero y vaqueros (como yo) y esa pose con los brazos cruzados al igual que las piernas… impresionante…
Frente a frente me dieron ganas de comerle la boca pero estábamos en mi barrio y no era plan, subimos al coche y nos miramos de nuevo (era desbordante la sensualidad que desprendía, las ganas que te daban de agarrarlo y tenerlo todo para ti, lo mucho que decían sus ojos cuando se clavaban en los míos)
Me comentó lo guapo que me encontraba (hacíamos una pareja más guapa…ja, ja, ja) y comenzó a conducir mientras me preguntaba si tenía algún plan o le dejaba sorprenderme, que me llevara al fin del mundo y tirara la llave para no volver…
Primero paramos en un garito, cercano a su casa, muy acogedor, con buena música (con el volumen justo para poder charlar) y eso hicimos mientras tomábamos un par de cervezas.
Que ganas de comérmelo…
La conversación fue muy sugerente y se notaba que sabía llevarme, yo estaba muy relajado así que me deje llevar…
En un momento dado fui al baño, ya tenía un par de birras en el cuerpo y había que sacarlas… al salir del apartado me estaba esperando apoyado en la puerta de salida, me acerqué y nuestros labios se saludaron como si lo hubiesen echo toda la vida, las lenguas jugaron, nuestros brazos se enroscaron en el cuerpo del otro… teníamos tantas ganas de fundirnos…
Primero paramos en un garito, cercano a su casa, muy acogedor, con buena música (con el volumen justo para poder charlar) y eso hicimos mientras tomábamos un par de cervezas.
Que ganas de comérmelo…
La conversación fue muy sugerente y se notaba que sabía llevarme, yo estaba muy relajado así que me deje llevar…
En un momento dado fui al baño, ya tenía un par de birras en el cuerpo y había que sacarlas… al salir del apartado me estaba esperando apoyado en la puerta de salida, me acerqué y nuestros labios se saludaron como si lo hubiesen echo toda la vida, las lenguas jugaron, nuestros brazos se enroscaron el cuerpo del otro… teníamos tantas ganas de fundirnos…
En menos de 5 minutos estábamos en su casa y no salimos de allí hasta 10 horas después aproximadamente.
En aquel momento no pensaba que involucrarme tanto en esa historia marcaría de por vida mi destino posterior.
¿Vendría?
¿Saldrían las cosas como yo había imaginado?
¿Estaría el listón tan alto como deseaba?
Según encendía un cigarro escuché el claxon de un coche que permanecía en doble fila, algo alejado de mi, me esforcé en mirar en aquella dirección y dado que mí visión de lejos es más bien nula comencé a acercarme.
Salió del coche y espero a que yo llegara, chupa de cuero y vaqueros (como yo) y esa pose con los brazos cruzados al igual que las piernas… impresionante…
Frente a frente me dieron ganas de comerle la boca pero estábamos en mi barrio y no era plan, subimos al coche y nos miramos de nuevo (era desbordante la sensualidad que desprendía, las ganas que te daban de agarrarlo y tenerlo todo para ti, lo mucho que decían sus ojos cuando se clavaban en los míos)
Me comentó lo guapo que me encontraba (hacíamos una pareja más guapa…ja, ja, ja) y comenzó a conducir mientras me preguntaba si tenía algún plan o le dejaba sorprenderme, que me llevara al fin del mundo y tirara la llave para no volver…
Primero paramos en un garito, cercano a su casa, muy acogedor, con buena música (con el volumen justo para poder charlar) y eso hicimos mientras tomábamos un par de cervezas.
Que ganas de comérmelo…
La conversación fue muy sugerente y se notaba que sabía llevarme, yo estaba muy relajado así que me deje llevar…
En un momento dado fui al baño, ya tenía un par de birras en el cuerpo y había que sacarlas… al salir del apartado me estaba esperando apoyado en la puerta de salida, me acerqué y nuestros labios se saludaron como si lo hubiesen echo toda la vida, las lenguas jugaron, nuestros brazos se enroscaron en el cuerpo del otro… teníamos tantas ganas de fundirnos…
Primero paramos en un garito, cercano a su casa, muy acogedor, con buena música (con el volumen justo para poder charlar) y eso hicimos mientras tomábamos un par de cervezas.
Que ganas de comérmelo…
La conversación fue muy sugerente y se notaba que sabía llevarme, yo estaba muy relajado así que me deje llevar…
En un momento dado fui al baño, ya tenía un par de birras en el cuerpo y había que sacarlas… al salir del apartado me estaba esperando apoyado en la puerta de salida, me acerqué y nuestros labios se saludaron como si lo hubiesen echo toda la vida, las lenguas jugaron, nuestros brazos se enroscaron el cuerpo del otro… teníamos tantas ganas de fundirnos…
En menos de 5 minutos estábamos en su casa y no salimos de allí hasta 10 horas después aproximadamente.
En aquel momento no pensaba que involucrarme tanto en esa historia marcaría de por vida mi destino posterior.
viernes, 8 de mayo de 2009
Ángeles y demonios… simplemente Clooney.
Normalmente tras mis noches de desenfreno volvía a casa, la última parte del trayecto, en bus y allí fue donde me encontré con el doble perfecto, incluso superior, de un actor que por aquella época me traía de cabeza, George Clooney (en estos momentos su sucesor es Huhg Jackman)
La primera vez que me tope con él yo llevaba unas copas de más y recuerdo hacerle una gracia en referencia a su parecido físico (con ese aspecto podría dedicarse a cualquier cosa… no le pegaba nada ser un simple conductor de autobús) jamás le había visto… aunque solía coger esa línea de bus.
Durante esa semana no me lo pude quitar de la cabeza, incluso como iba algo bebido pensé que lo había magnificado, cuando volví a verlo me terminé de pillar, era increíble y comenzó mi juego.
Un autobús a eso de las 06:30 de la mañana (noche de viernes a sábado) no suele estar muy petado de gente pero había la suficiente para no poder seducir a mi nuevo objetivo como lo hubiese echo en otro lugar, llamémosle más privado, aún así me lo fui camelando con miradas intensas y roces fugaces (me das el billete… tu mano toca la mía…) se notaba una tensión sexual entre ambos tremenda, incluso llegue a tener alguna que otra erección imaginando lo que íbamos a hacer, tarde o temprano acabaría sucediendo…
Un mes después cierto viernes me ligue a un tipo llamado Nacho, atlético, velludo, guapote y muy guarro (como a mi me gustaban)
Por lo tanto me fui con él a su casa y retomé, experimenté y me reafirmé en mis prácticas seudo-masoquistas… me lo folle al 100% varias veces mientras le trataba como a un puto perro, le practique el anal fisting, lluvia dorada y demás depravaciones sexuales hasta que terminamos dormidos, agotados y complacidos…
Al día siguiente Nachete me llevo a casa y volvimos a quedar esa noche repitiendo actos amatorios y mi conductor de autobús pasó a un segundo plano (realmente me acordé de él aunque decidí pasar un poco del tema hasta la siguiente semana)
Volví a quedar con mi nueva conquista y me planté en dicho bus con él (tenía pensado hacer algo si era posible y solo de imaginarlo se me ponía tan tiesa que me hacía daño)
La cara de mi Clooney se trasformó en auténtica pasión cuando me vio aparecer y de desconcierto cuando se dio cuenta que iba acompañado.
A mitad de camino tan solo quedaban unas siete personas y quitando un chaval que iba un par de asientos delante de nosotros los demás estaban muy al principio… empezó el show…
Le ordené a Nacho que me la comiera (mi increíble conductor había estado controlando cada uno de nuestros actos a través del retrovisor) y aquello fue la hostia… en pleno acto le hice parar… coloque mi polla en su sitio y fui hacía el conductor con la intención de comprobar algo…
La entrepierna de Clooney palpitaba, sus ojos ardían en deseo, sus labios eran como una fruta prohibida que invitaban al pecado, me lo hubiese comido allí mismo pero no podía ser, un par de hembras suspiraban por el macho que nos llevaba de vuelta a casa además de un señor mayor.
Me acerqué a él y le susurré al oído… “estoy deseando estar contigo… el próximo viernes te estaré esperando en la parada donde habitualmente me bajo… si quieres algo de mi ya sabes que hacer”
Como me gustaba Dios y el momento era tan morboso…
Me baje algunas paradas antes para ir con Nacho a la Dehesa y terminar de satisfacernos mutuamente, la temperatura no acompañaba demasiado pero mi calentón lo compensaba y de que manera.
Bajo un gran árbol, sobre un frío banco de madera corroída me follé a Nacho por última vez, en mi mente, mientras se la metía, solo tenía pensamientos para el que se iba a convertir en mi nuevo compañero de juegos, simplemente Clooney.
La primera vez que me tope con él yo llevaba unas copas de más y recuerdo hacerle una gracia en referencia a su parecido físico (con ese aspecto podría dedicarse a cualquier cosa… no le pegaba nada ser un simple conductor de autobús) jamás le había visto… aunque solía coger esa línea de bus.
Durante esa semana no me lo pude quitar de la cabeza, incluso como iba algo bebido pensé que lo había magnificado, cuando volví a verlo me terminé de pillar, era increíble y comenzó mi juego.
Un autobús a eso de las 06:30 de la mañana (noche de viernes a sábado) no suele estar muy petado de gente pero había la suficiente para no poder seducir a mi nuevo objetivo como lo hubiese echo en otro lugar, llamémosle más privado, aún así me lo fui camelando con miradas intensas y roces fugaces (me das el billete… tu mano toca la mía…) se notaba una tensión sexual entre ambos tremenda, incluso llegue a tener alguna que otra erección imaginando lo que íbamos a hacer, tarde o temprano acabaría sucediendo…
Un mes después cierto viernes me ligue a un tipo llamado Nacho, atlético, velludo, guapote y muy guarro (como a mi me gustaban)
Por lo tanto me fui con él a su casa y retomé, experimenté y me reafirmé en mis prácticas seudo-masoquistas… me lo folle al 100% varias veces mientras le trataba como a un puto perro, le practique el anal fisting, lluvia dorada y demás depravaciones sexuales hasta que terminamos dormidos, agotados y complacidos…
Al día siguiente Nachete me llevo a casa y volvimos a quedar esa noche repitiendo actos amatorios y mi conductor de autobús pasó a un segundo plano (realmente me acordé de él aunque decidí pasar un poco del tema hasta la siguiente semana)
Volví a quedar con mi nueva conquista y me planté en dicho bus con él (tenía pensado hacer algo si era posible y solo de imaginarlo se me ponía tan tiesa que me hacía daño)
La cara de mi Clooney se trasformó en auténtica pasión cuando me vio aparecer y de desconcierto cuando se dio cuenta que iba acompañado.
A mitad de camino tan solo quedaban unas siete personas y quitando un chaval que iba un par de asientos delante de nosotros los demás estaban muy al principio… empezó el show…
Le ordené a Nacho que me la comiera (mi increíble conductor había estado controlando cada uno de nuestros actos a través del retrovisor) y aquello fue la hostia… en pleno acto le hice parar… coloque mi polla en su sitio y fui hacía el conductor con la intención de comprobar algo…
La entrepierna de Clooney palpitaba, sus ojos ardían en deseo, sus labios eran como una fruta prohibida que invitaban al pecado, me lo hubiese comido allí mismo pero no podía ser, un par de hembras suspiraban por el macho que nos llevaba de vuelta a casa además de un señor mayor.
Me acerqué a él y le susurré al oído… “estoy deseando estar contigo… el próximo viernes te estaré esperando en la parada donde habitualmente me bajo… si quieres algo de mi ya sabes que hacer”
Como me gustaba Dios y el momento era tan morboso…
Me baje algunas paradas antes para ir con Nacho a la Dehesa y terminar de satisfacernos mutuamente, la temperatura no acompañaba demasiado pero mi calentón lo compensaba y de que manera.
Bajo un gran árbol, sobre un frío banco de madera corroída me follé a Nacho por última vez, en mi mente, mientras se la metía, solo tenía pensamientos para el que se iba a convertir en mi nuevo compañero de juegos, simplemente Clooney.
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