viernes, 15 de mayo de 2009

Marcado por el destino.

Fresco y guapote (primera hora de la noche) me planté en la parada del bus esperando mi cita, nervioso, ilusionado y lleno de dudas…
¿Vendría?
¿Saldrían las cosas como yo había imaginado?
¿Estaría el listón tan alto como deseaba?
Según encendía un cigarro escuché el claxon de un coche que permanecía en doble fila, algo alejado de mi, me esforcé en mirar en aquella dirección y dado que mí visión de lejos es más bien nula comencé a acercarme.
Salió del coche y espero a que yo llegara, chupa de cuero y vaqueros (como yo) y esa pose con los brazos cruzados al igual que las piernas… impresionante…
Frente a frente me dieron ganas de comerle la boca pero estábamos en mi barrio y no era plan, subimos al coche y nos miramos de nuevo (era desbordante la sensualidad que desprendía, las ganas que te daban de agarrarlo y tenerlo todo para ti, lo mucho que decían sus ojos cuando se clavaban en los míos)
Me comentó lo guapo que me encontraba (hacíamos una pareja más guapa…ja, ja, ja) y comenzó a conducir mientras me preguntaba si tenía algún plan o le dejaba sorprenderme, que me llevara al fin del mundo y tirara la llave para no volver…

Primero paramos en un garito, cercano a su casa, muy acogedor, con buena música (con el volumen justo para poder charlar) y eso hicimos mientras tomábamos un par de cervezas.
Que ganas de comérmelo…
La conversación fue muy sugerente y se notaba que sabía llevarme, yo estaba muy relajado así que me deje llevar…
En un momento dado fui al baño, ya tenía un par de birras en el cuerpo y había que sacarlas… al salir del apartado me estaba esperando apoyado en la puerta de salida, me acerqué y nuestros labios se saludaron como si lo hubiesen echo toda la vida, las lenguas jugaron, nuestros brazos se enroscaron en el cuerpo del otro… teníamos tantas ganas de fundirnos…

Primero paramos en un garito, cercano a su casa, muy acogedor, con buena música (con el volumen justo para poder charlar) y eso hicimos mientras tomábamos un par de cervezas.
Que ganas de comérmelo…
La conversación fue muy sugerente y se notaba que sabía llevarme, yo estaba muy relajado así que me deje llevar…
En un momento dado fui al baño, ya tenía un par de birras en el cuerpo y había que sacarlas… al salir del apartado me estaba esperando apoyado en la puerta de salida, me acerqué y nuestros labios se saludaron como si lo hubiesen echo toda la vida, las lenguas jugaron, nuestros brazos se enroscaron el cuerpo del otro… teníamos tantas ganas de fundirnos…
En menos de 5 minutos estábamos en su casa y no salimos de allí hasta 10 horas después aproximadamente.

En aquel momento no pensaba que involucrarme tanto en esa historia marcaría de por vida mi destino posterior.

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