En los años siguientes me centre en mis amigos y decidí darme un respiro respecto a novios/as, solo estaba permitido pasármelo bien, conocer gente, follar sin concesiones, en una palabra disfrutar…
Mi primer gran amigo en el ambiente fue sin duda Miguel Ángel, unos tres años menor que yo pero con el que conecte fuertemente.
Era un buen chaval con una familia desestructurada, su madre era una bruja de mucho cuidado que pasaba de los hijos y los tenía viviendo en un piso de mala muerte con la abuela (su propia madre) y ella mientras en un pisazo en la calle Embajadores unida a un borracho de nacionalidad escocesa.
Su padre había muerto siendo él bastante pequeño y en mi familia y en mi mismo encontró un gran apoyo.
Nos hicimos inseparables durante varios años, la verdad es que éramos como hermanos, incluso compartíamos tíos… a uno especialmente…
Nuestra ruta: Blanco y Negro, Rimel, Cross, Adonis…
Nos llamaban “Los Mecano” nuestro grupo favorito, dado que íbamos con ese look andrógino representante de la época, los 80, la mejor época de mi vida.
En nuestros gustos musicales entraban desde el mencionado grupo Español hasta Culture Club, Yazoo, Duran Duran, Spandau Ballet, A-Ha, Wham, Sandra… y naturalmente la reina de todos ellos, Madonna.
Nuestros gustos carnales eran algo diferentes, no gente joven, mejor de 25 en adelante (para mi) a él le daba igual la edad, jamás tuvimos rollito sexual entre nosotros dado que no había ese feeling aunque fueron muchas las veces que hicimos tríos.
Recuerdo un tío tremendo que nos rondaba por el Adonis, musculado, con aires de malote y unos morros pidiéndonos caña que nos atontaba.
Terminamos en el cuarto oscuro del local montándonoslo los tres, a Miguel Ángel se la estaba chupando con delirio (la verdad es que mi amigo estaba muy bien dotado, pedazo de polla tenía el cabrón) mientras yo me lo follaba y guiaba su cabeza hacia la carne que el desconocido devoraba.
De estas movidas muchas pero llegaron los problemas cuando se nos unieron mas gente a nuestro dúo y empezamos a distanciarnos…
Gonzalo, Ricardo, Alfonso, Antonio, Carlos…
Miguel Ángel se enrollo con un chaval mas o menos de su misma edad (que la verdad era un matao) y yo probé con Benjamín (un tío guapísimo pero raro, aburrido y sectario)
Digamos que yo era el líder indiscutible del grupo, al que los demás copiaban e intentaban parecerse, por lo tanto mis conquistas tenían que ser las mejores y deje pasar, quizás, gente muy válida por no dar la talla (tonterías de la edad)
Benjamín era como un modelo de esos de las revistas, todo altura, fibra, planta… me vestía muy bien pero quizás sea el tío mas extraño que haya pasado por mi vida.
No recuerdo de que religión me decía que era pero su comportamiento era tan absurdo para todo… sus amigos fuera del ambiente eran un matrimonio de mediana edad con dos hijas pequeñas y allí nos pasábamos las tardes escuchando estupideces, joder que aquello era como una secta e intentaban captarme…
De sexo nada, era pecado… que fuerte… lo que no me pasara a mi.
En cuanto tuve ocasión le di boleto y vuelta a mi mundo.
Alfonso se lió con un viejo lleno de pasta y le compro un apartamento cercano a Chueca, la verdad es que se lo monto mejor que ninguno, claro que hay que valer para tener esas tragaderas y yo desde luego para esos temas no valía en absoluto, muy a mi pesar.
Ese apartamento se convirtió en nuestro sitio de encuentro durante un tiempo y de allí a un garito el cual cerraban para nosotros y algunos chicos mas y se llenaba de vejestorios deseosos de carne fresca, copas gratis, mucha droga y sexo.
Como no era mi estilo les deje a los demás la cocaína y los viejos y salí de aquel ambiente maligno antes de cometer cualquier tontería.
Volví a reanudar mi amistad con Miguel Ángel, ya que este había finalizado su relación, las cosas fueron como antes, hicimos locuras, nos emborrachamos como críos, nos queríamos mucho y así seguimos hasta que se cruzó en nuestras vidas su nueva pareja, Carlos (el amigo de Tony)
Creo recordar que era mecánico, estaba separado, tenía un hijo, era feo, muermo y amigo íntimo del innombrable así que volvimos a separarnos y en esas apareció otro amigo, Frank.
El único que podía destronarme en mi podium, ja, ja, era guapote, así que nos unimos amistosamente e íbamos ligando a tope por todos los baretos de la zona.
De ved en cuando se traía a su novia, Carmen, que creía que su novio iba por allí por el buen ambiente que había… pero que su adorado varón no era gay… la seguíamos el juego y todos tan contentos… no le gustaban a mi amigo las pollas ni nada…
Llegaron las chicas a nuestro grupo, un par de nenas que adoraban lo guapos que eran los gays y vivían relativamente cerca de Chueca, las amigas lesbianas… el botellón, las fiestas, las largas noches… y el peor de los palos, el Sida.
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