viernes, 30 de octubre de 2009
El triste adiós.
Las tramas que Ángel empleó con cada uno de nosotros nos destrozaron de distinto modo llevándonos por un camino sin retorno del cual mi pareja no salió.
Me es muy difícil relatar esto dado que marcó mi vida y me hizo sentir culpable durante mucho tiempo... finalmente comprendí que la culpa de lo ocurrido no había sido mía como algunos intentaron hacerme creer.
La situación con Ángel era insostenible para todos pero especialmente para mi, su acoso, su necesidad de hacer daño gratuito, sus cebos para hacer ver cosas que solo estaban dentro de su mente... toda esa presión hizo que me fuese alejando de mi chico, sin darme cuanta que él sufría, quizás, más que yo dado que era su hermano, su sangre...
Todo lo que habíamos construido se derrumbó en tan poco tiempo que el miedo se apoderó de mi, discutíamos por cualquier estupidez, nos faltábamos el respeto como nunca imaginé que pudiera ocurrir... todo tenía la misma marca, el mismo motivo, el mal había ganado.
Mi amor por él era fuerte pero necesitaba alejarme de todo aquello, poner en orden mi cabeza, buscar salidas para reconstruir nuestras vidas y le pedí tiempo a mi chico para intentar salvar lo nuestro.
Dejamos de vernos durante un par de meses aunque hablábamos a menudo por teléfono y durante la última semana quise quedar con él en varias ocasiones ya que le notaba muy decaído, distante... aceptó a verme dado que había tomado la decisión de poner tierra por medio y pasar una temporada con sus padres, en su tierra, lejos de todo lo que le estaba haciendo daño... lo entendí y nos vimos durante una hora en aquella terminal plagada de gente donde no pude demostrarle cuanto le echaba de menos... no volvería a verlo.
Mi pareja entró en un estado difícil de describir y se metió de lleno en una depresión de la cual no salió.
Recuerdo aquella tarde como si el tiempo no hubiese pasado... pero me niego a relatarla... duele... no voy a machacarme nuevamente.
Mi chico dejaba esta vida tempranamente... el suicidio según muchos es una cobardía... no voy a dar mi opinión, no estoy aquí para eso, se fué mi amigo, mi compañero... y quizás no supe estar a su lado para evitarlo.
La noticia me llegó por una llamada de teléfono llena de rabia hacía mi, culpándome en cierto modo de ello y sumiéndome en un pozo oscuro del cual me costó salir.
jueves, 13 de agosto de 2009
Juego sucio... corazones partidos.
Día a día la fuerza que Ángel intentaba ejercer sobre mi fue dando sus frutos y mi relación corría serios peligros de no verse salpicada por aquel encantador de serpientes, recordemos que en esta historia había demasiadas personas involucradas y no todos saldríamos indemnes de ella.
Ana estaba absolutamente enamorada pero era lista y empezó a sospechar, al igual que mi pareja, de que las cosas no iban tan bien como ellos pensaban... en cuanto Ángel y ella fueron a vivir a un piso de alquiler frente a mi casa, en mi barrio... a escasos metros... ¿que pretendía el angelito endemoniado?
Durante los primeros días mi cabeza empezó a dejar de funcionarme correctamente ya que estaba convencido de que se avecinaba algo gordo y le expuse mis temores a mi pareja.
Ana me llamó una tarde y quedamos para vernos, venía con la cara desencajada y en sus ojos vi una tristeza indescriptible, las lágrimas brotaron sin cesar en cuanto me vio y mis temores se hicieron realidad cuando empezó a contarme aquella historia...
Ángel estaba obsesionado conmigo, con la historia de amor que mantenía con su hermano, con poseer todo lo que nosotros teníamos... un largo etc de cosas que yo ya imaginaba y temía desde hace tiempo. Ana era tan solo un peón más en aquel sucio juego que estaba llegando a su fin y con trágicas consecuencias para todos.
viernes, 26 de junio de 2009
El adiós de un genio.
Un ángel duerme en el cielo.
Farrah Fawcett nos ha dejado para siempre, tras luchar como una campeona contra esa maldita enfermedad, pero nunca nadie podrá arrebatármela de mi corazón.
Esta durmiendo, sonriendo, agradeciendo a todos los que la querían sus lágrimas, que están llenas de amor, llenas de ella…
Gracias Farrah por darme en todos estos años tantas alegrías y espérame en el cielo.
FARRAH FOREVER.
viernes, 12 de junio de 2009
Veneno en la piel.
Mi pareja solía tener un contacto bastante habitual con él, telefónicamente o a través de e-mail, pero durante aquellos meses no se habían visto en persona.
Ángel apareció un día por sorpresa y se instaló en casa de su hermano, mi chico, la verdad es que en el momento que supe la noticia no me lo tomé demasiado bien pero mostré mi mejor cara cuando estuve frente al pequeño.
El pequeño sobrepasaba el 1’90 de estatura, tenía 27 años, un cuerpo de pura fibra (espectacular ) guapo hasta decir basta y una mirada, inquietante sea quizás la palabra, que me advertía de que no era trigo limpio y no tarde en averiguarlo personalmente.
No fue la única persona que hizo que nuestra relación se resistiera, de alguna manera mi poca confianza hacia el hermano “intocable” creó serios problemas y estos se acrecentaron tras la aparición de Ana, la cual llegó de nuevo a mi vida en el peor momento.
Clooney sabía de mi relación con las féminas y cuando le comenté que iba a quedar con una antigua relación no objeto nada, distinto hubiese sido si se tratase de un tío, con respecto a ellas no se sentía amenazado… o quizás no fuese del todo cierto dado que por una muy curiosa casualidad en el bareto donde estaba con la niña siniestra, ahora preciosa mujer, apareció Ángel y se nos unió… alguien estaba jugando y yo no llevaba buenas cartas.
Entre ambos hubo muy buena complicidad y la tarde trascurrió tranquila y sin apenas tensión, por momentos me olvide de mis sospechas y malos rollos con Ángel y nos divertimos bastante los tres.
Ana estaba encantada y absorta con el encantador de serpientes… yo mismo me deje llevar… empezaba el juego.
Ana y Ángel echaron su primer polvo aquella misma noche, el se encargó de contárnoslo a la mañana siguiente, triunfal, arrogante, sin ningún tipo de miramiento… demostrando que conseguía todo lo que se proponía… de momento eso le bastaba, pero quería más…
Mi chico empezó a darse cuenta demasiado tarde que todo lo que le estaba diciendo acerca de su hermano era cierto, quizás su amor incondicional de hermano mayor, protector, impidió que sucediese antes y aquello no había echo más que comenzar.
miércoles, 10 de junio de 2009
Al final del camino... te encontraré.
Nuestra relación era perfecta para ambos hasta que le propuse, unos cinco meses después, que ampliáramos horizontes… relacionándonos con otras personas.
Era demasiado convencional y la cosa no le agradó demasiado.
Fausto venía como cada año a pasar unos días conmigo y tenía la obligación de explicarle que había iniciado una relación seria y que no habría más encuentros entre ambos.
Decir que ya le había adelantado algo en una conversación telefónica que mantuvimos, meses atrás, pero sin decirle que la cosa iba tan en serio… dado que ni yo mismo lo sabía en ese momento.
Dejar a mi Clooney momentáneamente aquella tarde para reunirme con Fausto me hizo sentir mal, más que nada por sus celos (cosa totalmente nueva en nuestra relación) pero tan sólo iba a hablar, a despedirme y no veía nada malo en ello.
No contaba en el poder de seducción del italiano que aunque, como ya dije, se lo tomó como un tío… no iba a dejar que me fuera sin mantener nuestro último revolcón sexual y ello conllevaba problemas…
Fausto no era un desconocido con el que acostarme por gusto, entre ambos había un vínculo que durante tres años mantuvimos, alimentamos, pero ahora una tercera persona, mi pareja, estaba en mi vida y lo único que quería era hacer las cosas bien para no dañar a ninguno, dado que ambos, Clooney en mayor grado, tenían importancia en mi vida.
No creo que fuese muy difícil de entender… ¿a quién quiero engañar?
En el momento que Fausto me plantea acostarme con él por última vez podría haberlo echo aquella tarde y callarme la boca, mi chico no se habría enterado… pero no es mi forma de ser… por lo tanto lo que hice fue acudir a mi pareja y plantearle el tema…
Y como le dices a tu actual pareja que alguien desea acostarse contigo para terminar una historia como es debido y esperar que lo entienda…
En aquel momento no me di cuenta, o tal vez sí, del daño que le estaba haciendo a mi chico que lo único que pretendía era que yo lo quisiera tanto como él a mi y en ved de apostar por lo nuestro y mandar al italiano de vuelta a su nido, en el cual yo ya no tenía cabida, lo que hice fue implorarle que me entendiera…
¿Pero que había que entender?
Como se puede ser tan frío, tan inmaduro, tan egoísta y pensar que nada cambiaría entre nosotros hiciese algo o no… realmente a veces me cuesta reconocerme.
A pesar de todo Clooney me dio su consentimiento y me dispuse a acostarme con Fausto al día siguiente.
Recuerdo que estábamos en el hotel y aunque intentaba aparentar normalidad el italiano me dijo algo que me hizo reflexionar… “¿crees que merece la pena hacer esto sin que se resienta tu relación?” “yo jamás te lo perdonaría”
¿Qué estaba haciendo?
Es como si se me encendiese la bombilla y lo viese todo claro, algo meramente sexual no iba a aportarme nada más que una distancia, insalvable quizás, entre mi pareja y yo.
No iba a destruir aquello, no deseaba hacerlo y no lo hice.
Despedirme de Fausto, de ese gran tipo, fue dejar atrás un pesado lastre y en su mirada adivine que hubiese deseado estar en el lugar de Clooney pero las circunstancias en las que se había basado nuestra relación eran tan distintas que no fue posible.
Llamé a la puerta… mi chico abrió lentamente… nos miramos a los ojos… me abrazo.
Durante minutos estuvimos así, sintiéndonos, quería decirle que no había echo nada y no hizo falta… “no quiero saber el porque no… solo me importa que estés aquí”
Llevábamos casi cinco meses juntos y hasta ese momento no me había dado cuanta lo mucho que me quería, lo mucho que yo también le quería, lo mucho que nos amábamos.
Un tiempo después, cuatro meses para ser exactos, nuestra relación estaba en el mejor momento pero el destino parecía querer jugarnos otra mala pasada y trajo al hermano menor de mi chico a nuestras vidas… Ángel.
Todo un demonio pese a su nombre.
viernes, 29 de mayo de 2009
14 meses enganchado a ti.
Recuerdo aquel pequeño apartamento donde pasé tantas horas junto a él con nostalgia… emoción… me cuesta echar la vista atrás y no sentirme culpable… pero con el tiempo he comprendido que nadie puede hacerte participe de algo que se te escapa de las manos cuando unos sentimientos, ya gastados, no acompañan a la historia…
Pero no adelantemos acontecimientos.
Estábamos uno frente al otro, ardientes miradas llevaban consigo deseos hasta aquel momento frenados, movimientos corporales llenaban el espacio de una pasión desatada que nos hacía daño.
Nuestras ropas caían lentamente mientras nos fundíamos en un largo beso que nos aviso de lo bueno que iba a ser aquello… sexo lleno de emociones, lazos que empezarían a formarse e incluso sentimientos feroces que nos atraparían sin remedio.
Nuestros cuerpos sudorosos, desnudos, brillaban bajo una luz tenue que dibujaba cada uno de nuestros actos… comiéndonos las pollas, entrando en él… entrando en mi… sexo en mayúsculas, del bueno, sin límites, sin miedos, grande.
Era un tío impresionante físicamente (ver imágenes) pero lo que me enamoro como un loco adolescente era su coco… siempre ideando, sorprendiéndome, pendiente de mi… después de tanto tiempo siendo independiente había llegado la hora de sentar la cabeza y tener una relación de verdad… ¿realmente estaba preparado?
La palabra compromiso me daba alergia, había tenido infinidad de relaciones más o menos estables pero siempre manteniendo mi independencia, era esencial para que la cosa funcionara y meterme de lleno en algo mucho más profundo me daba miedo, mi forma de ser no se adecuaba a pertenecer a una sola persona.
Me conocía demasiado bien y sabía que tras los primeros meses, alucinantes, se me iría pasando la pasión y pondría mis ojos sobre algún otro objetivo para seducirlo y añadirlo a mi lista…
Tal cual imaginé sucedió.
Poco más de un año me duro la pasión, la admiración, el deseo… aunque continuaba queriendole mucho, pero de distinta manera…
Había cumplido los 30 pero seguía con muchos pájaros en la cabeza y actuaba por impulsos, necesitaba vivir otras etapas para madurar finalmente de golpe y darme cuenta de todos y cada uno de los errores cometidos en el pasado.
viernes, 15 de mayo de 2009
Marcado por el destino.
¿Vendría?
¿Saldrían las cosas como yo había imaginado?
¿Estaría el listón tan alto como deseaba?
Según encendía un cigarro escuché el claxon de un coche que permanecía en doble fila, algo alejado de mi, me esforcé en mirar en aquella dirección y dado que mí visión de lejos es más bien nula comencé a acercarme.
Salió del coche y espero a que yo llegara, chupa de cuero y vaqueros (como yo) y esa pose con los brazos cruzados al igual que las piernas… impresionante…
Frente a frente me dieron ganas de comerle la boca pero estábamos en mi barrio y no era plan, subimos al coche y nos miramos de nuevo (era desbordante la sensualidad que desprendía, las ganas que te daban de agarrarlo y tenerlo todo para ti, lo mucho que decían sus ojos cuando se clavaban en los míos)
Me comentó lo guapo que me encontraba (hacíamos una pareja más guapa…ja, ja, ja) y comenzó a conducir mientras me preguntaba si tenía algún plan o le dejaba sorprenderme, que me llevara al fin del mundo y tirara la llave para no volver…
Primero paramos en un garito, cercano a su casa, muy acogedor, con buena música (con el volumen justo para poder charlar) y eso hicimos mientras tomábamos un par de cervezas.
Que ganas de comérmelo…
La conversación fue muy sugerente y se notaba que sabía llevarme, yo estaba muy relajado así que me deje llevar…
En un momento dado fui al baño, ya tenía un par de birras en el cuerpo y había que sacarlas… al salir del apartado me estaba esperando apoyado en la puerta de salida, me acerqué y nuestros labios se saludaron como si lo hubiesen echo toda la vida, las lenguas jugaron, nuestros brazos se enroscaron en el cuerpo del otro… teníamos tantas ganas de fundirnos…
Primero paramos en un garito, cercano a su casa, muy acogedor, con buena música (con el volumen justo para poder charlar) y eso hicimos mientras tomábamos un par de cervezas.
Que ganas de comérmelo…
La conversación fue muy sugerente y se notaba que sabía llevarme, yo estaba muy relajado así que me deje llevar…
En un momento dado fui al baño, ya tenía un par de birras en el cuerpo y había que sacarlas… al salir del apartado me estaba esperando apoyado en la puerta de salida, me acerqué y nuestros labios se saludaron como si lo hubiesen echo toda la vida, las lenguas jugaron, nuestros brazos se enroscaron el cuerpo del otro… teníamos tantas ganas de fundirnos…
En menos de 5 minutos estábamos en su casa y no salimos de allí hasta 10 horas después aproximadamente.
En aquel momento no pensaba que involucrarme tanto en esa historia marcaría de por vida mi destino posterior.
viernes, 8 de mayo de 2009
Ángeles y demonios… simplemente Clooney.
La primera vez que me tope con él yo llevaba unas copas de más y recuerdo hacerle una gracia en referencia a su parecido físico (con ese aspecto podría dedicarse a cualquier cosa… no le pegaba nada ser un simple conductor de autobús) jamás le había visto… aunque solía coger esa línea de bus.
Durante esa semana no me lo pude quitar de la cabeza, incluso como iba algo bebido pensé que lo había magnificado, cuando volví a verlo me terminé de pillar, era increíble y comenzó mi juego.
Un autobús a eso de las 06:30 de la mañana (noche de viernes a sábado) no suele estar muy petado de gente pero había la suficiente para no poder seducir a mi nuevo objetivo como lo hubiese echo en otro lugar, llamémosle más privado, aún así me lo fui camelando con miradas intensas y roces fugaces (me das el billete… tu mano toca la mía…) se notaba una tensión sexual entre ambos tremenda, incluso llegue a tener alguna que otra erección imaginando lo que íbamos a hacer, tarde o temprano acabaría sucediendo…
Un mes después cierto viernes me ligue a un tipo llamado Nacho, atlético, velludo, guapote y muy guarro (como a mi me gustaban)
Por lo tanto me fui con él a su casa y retomé, experimenté y me reafirmé en mis prácticas seudo-masoquistas… me lo folle al 100% varias veces mientras le trataba como a un puto perro, le practique el anal fisting, lluvia dorada y demás depravaciones sexuales hasta que terminamos dormidos, agotados y complacidos…
Al día siguiente Nachete me llevo a casa y volvimos a quedar esa noche repitiendo actos amatorios y mi conductor de autobús pasó a un segundo plano (realmente me acordé de él aunque decidí pasar un poco del tema hasta la siguiente semana)
Volví a quedar con mi nueva conquista y me planté en dicho bus con él (tenía pensado hacer algo si era posible y solo de imaginarlo se me ponía tan tiesa que me hacía daño)
La cara de mi Clooney se trasformó en auténtica pasión cuando me vio aparecer y de desconcierto cuando se dio cuenta que iba acompañado.
A mitad de camino tan solo quedaban unas siete personas y quitando un chaval que iba un par de asientos delante de nosotros los demás estaban muy al principio… empezó el show…
Le ordené a Nacho que me la comiera (mi increíble conductor había estado controlando cada uno de nuestros actos a través del retrovisor) y aquello fue la hostia… en pleno acto le hice parar… coloque mi polla en su sitio y fui hacía el conductor con la intención de comprobar algo…
La entrepierna de Clooney palpitaba, sus ojos ardían en deseo, sus labios eran como una fruta prohibida que invitaban al pecado, me lo hubiese comido allí mismo pero no podía ser, un par de hembras suspiraban por el macho que nos llevaba de vuelta a casa además de un señor mayor.
Me acerqué a él y le susurré al oído… “estoy deseando estar contigo… el próximo viernes te estaré esperando en la parada donde habitualmente me bajo… si quieres algo de mi ya sabes que hacer”
Como me gustaba Dios y el momento era tan morboso…
Me baje algunas paradas antes para ir con Nacho a la Dehesa y terminar de satisfacernos mutuamente, la temperatura no acompañaba demasiado pero mi calentón lo compensaba y de que manera.
Bajo un gran árbol, sobre un frío banco de madera corroída me follé a Nacho por última vez, en mi mente, mientras se la metía, solo tenía pensamientos para el que se iba a convertir en mi nuevo compañero de juegos, simplemente Clooney.
jueves, 19 de marzo de 2009
Fausto... vuelve el hombre.
Italiano de pura cepa, impresionante físicamente, de aspecto duro (de la mafia le decía yo) lleno de cosas buenas y un par de inconvenientes…
Mi ruta nocturna finalizaba en un local llamado Strong y aunque al principio no me dio buen rollito, ser nuevo en un local de esas características me causo algún que otro problemilla, finalmente se convirtió en mi referente con permiso de otros.
Mi primer en encuentro con Fausto fue algo accidentado, mi torpeza hizo que al salir del baño resbalara y alguien agarrara mi brazo para que no ocurriera… nuestras miradas se quedaron fijas en las del otro… me desarmo su sonrisa… desaparecí por el local temiendo el ridículo que había estado a punto de hacer.
Me refugié en una de las barras y pedí una copa a mi camarero preferido (un chavalote muy quapete que babeaba conmigo… pero no era mi tipo para algún tema sexual, aunque él se empeñaba en hacerme ver lo contrario) y ante mi volvió a aparecer aquel impresionante desconocido… en un segundo estaba delante de mi cara posando sus labios sobre los míos… me pego tal morreo que terminó de atontarme…
El resto fue rápido, presentaciones, charla, copas y muchos besos.
Se alojaba en cierto hotel de 5 estrellas y allí terminamos… y no salimos hasta 15 horas después… fue increíble.
Fausto, 35 años, italiano, musculado, guapo, rapado, velludo…
Todo perfecto pero había sorpresa…
Se marchaba al día siguiente (era un puente de cuatro días y yo le conocí en su última noche en Madrid) vivía en Roma, estaba casado e incluso era padre.
Perfecto si no me hubiese colgado de él hasta las orejas.
Me dio su número de teléfono (el fijo de su casa, el móvil aún no había aparecido en mi vida) y quiso regalarme un anillo grandioso que llevaba en su dedo pulgar (ostentoso y muy aparente, oro macizo) me negué a aceptarlo cuando supe la historia, era un regalo de su abuela (uno en el fondo siempre ha sido un sentimental)
Durante ese año yo tuve mis historias y de ved en cuando charlábamos (yo estaba pillado pero lo suyo era pura pasión hacia mi)
Se escapaba alguna que otra vez y follábamos como locos, exprimíamos el tiempo y deseábamos que no se parara para poder estar siempre juntos.
Durante el verano venía 15 días y era un auténtico paraíso, todo perfecto, todo planificado, pero en el fondo ambos sabíamos que una relación así no podía funcionar…
El tercer año yo había conocido a alguien y la estancia de Fausto dio sus últimos flecos, necesitaba algo más que unos días al año, la distancia terminó una historia magnífica que hubiese sido grande y duradera en otras condiciones.
Fausto demostró ser un tío con mayúsculas, le hizo daño mi abandono pero lo entendió perfectamente, en nuestro último encuentro echamos uno de los mejores polvos de mi vida.
Dedicado a mi mafioso favorito donde quiera que se encuentre.
viernes, 13 de marzo de 2009
Luna nueva... sentimientos feroces.
Ana tenía cierto potencial físico pero hasta ese momento no comprobé hasta donde podía llegar.
Al comentar que la veía oscura me refería no solo a su manera de vestir (prendas anchas y oscuras que no favorecían en absoluto lo que escondía tras ellas) más bien a esas miradas profundas y enigmáticas que provocaban cierta desconfianza… pero que atrapaban para saber que había tras ellas.
De piel blanquecina, casi enfermiza, cabello oscuro sin forma, labios ocultos tras espesas capas de pintura mal aplicada, ropas sin gusto… (así era Ana en sus inicios) paso a ser increíblemente deseable y atractiva en cuanto supo como sacarse partido.
Su estilo gótico reforzó ese morbo que desprendía en nuestra cita, parecía más fuerte, más madura… más fiera… feroz.
Me sorprendió su actitud, lo que había ocurrido con su hermana le hizo abrir los ojos de una vez por todas y aunque algo de pose parecían tener algunas de sus acciones tenía ante mi una nueva, renovada y grandiosa mujer que desplegaba morbo por cada poro de piel.
Charlamos, nos hicimos un cine, tomamos unas copas y tras preguntarla si estaba segura… fuimos a su casa (toda para nosotros) y follamos como locos.
Era agresiva sexualmente (rabia) me encantaba esa faceta desconocida viniendo de ella (incluso más fogosa y dura que su hermana)
Sus pechos eran pequeños, redondos, firmes… de grandes pezones que alimentaban mi boca, me encantaban esas tetas… pasar entre ellas mi polla dejando el rastro de mi excitación… de mis ganas de poseerla… de perderme en la oscuridad de su sexo.
Tras juguetear dentro de su coñito comencé a follármela analmente, le gustaba, me tenía tan sorprendido… cuando le provoqué su primer orgasmo sus gritos ahogaron mi excitación y se unieron a sus jadeos.
Tras los fuegos artificiales llegó su mirada desafiante, su confesión verdadera, sus intenciones de no volver a verme… “te he usado como lo haces tu normalmente con las demás personas, has estado bien pero no lo suficiente para poder repetir… si no te importa me gustaría que te marchases…”
No me sorprendió su reacción, algo ocultaba, nadie puede cambiar de la noche al día en tan poco tiempo y realmente me gustó que me pusiera en mi sitio aunque sé que en su interior no opinaba igual, Ana estaba y estaría durante mucho tiempo pegada a mi, volvería a aparecer en mi vida y no tardando demasiado.
sábado, 28 de febrero de 2009
Ana, su hermana y el lobo feroz...
Durante mi breve estancia fuimos solamente conocidos, apenas teníamos contacto ya que ella (palabras propias) pensaba que era un chulo y yo opinaba que era una tía rara (algo oscura) aunque tras mi marcha esto cambió.
Su hermana estaba absolutamente enamorada de mi (recuerdo que venía a buscarla a la salida de las clases solamente por verme) y a través de ella Ana y yo hicimos amistad semanas antes de mi abandono estudiantil.
Tras esto nos pasamos los teléfonos y comenzamos a llamarnos, es curioso ya que en un par de meses congeniamos plenamente, cosa que no habíamos conseguido durante todo el curso.
Su hermana puso todo de su parte para follarme, tenía unos cuatro años más que yo y seis más que Ana por lo tanto sabía lo que hacía y cierta noche me deje llevar.
Fue en una quedada de compañeros del instituto (la cual organizábamos cada dos meses) aunque Ana y yo habláramos casi a diario a través del teléfono.
En esas conversaciones Ana me comentaba lo muy enamorada que estaba su hermana de mi y yo leía entre sus frases que la que realmente lo estaba era ella, lo de su hermana era más sexual y lo de Ana era pura pasión.
La hermana estaba más buena, era más cañera… pero no tenía ni por asomo el encanto de mi amiga pero ya se sabe que un calentón tira más que cualquier otra cosa y sucedió lo que tenía que pasar desde hace tiempo, me follo como una auténtica máquina…
Lo recuerdo claramente, llevábamos unas copas, comenzó a mordisquearme el cuello, me arrastro hacía la salida del local (lloviznaba) “ven conmigo _dijo”
Corrimos hacía su coche, inclinó los asientos, se me echo encima, estaba como loca… me quito los vaqueros y mordisqueó mi polla… me la comió como una posesa hasta hacerme daño… como una jinete experta cabalgó sobre mi, mi polla entraba y salía de su coño hambriento… mientras nuestras lenguas batallaban por llevar las riendas de la situación.
Fue un polvazo increíble tras el cual volvimos a la disco, la peña se dio cuenta de lo que había pasado (risas y miradas cómplices) en los ojos de Ana había dolor, un dolor que me hizo sentir el más miserable de los hombres, jamás podré olvidar esa mirada… ese sufrimiento velado… su eterna sonrisa desaparecida… pasados varios meses recuperamos el contacto.
Me confesó lo que yo ya sabía, estaba totalmente cegada por mi, desde el primer día que entré en aquella aula… y haberme follado a su hermana la había destrozado, no por el acto en si mismo más bien por sentirse traicionada al haberlo realizado estando cerca de ella, en una de nuestras quedadas… su amor era de verdad, real y peligroso… no podría dañarla nuevamente aunque ella no me lo estaba poniendo fácil dado que se acercó a mi y besó mis labios con una dulzura absoluta… el camino se ponía difícil.
Tras su beso llegó otro y otro más… “quiero estar contigo… nunca sentirás lo mismo que yo pero no importa… me bastará sentirme entre mis brazos… mi sueño se cumplirá finalmente”
¿Como se le queda a uno el cuerpo tras escuchar esas palabras?
Mi historia con Ana acababa de empezar… su transformación se produjo en las siguientes semanas y un mes después de esa conversación se presentó ante mi como un lobo feroz.
viernes, 13 de febrero de 2009
La finca de papá... zona caliente... parte II
Charlamos, me contó que era cocinero y compartía piso con un amigo, quedamos en volver a vernos el viernes siguiente (cuatro días después) nos despedimos con un beso nervioso… por ambas partes, me gustaba mucho, más de lo que debía.
Durante esos días no me lo pude quitar de la cabeza, habíamos quedado por la tarde, no sabía donde iríamos o lo que haríamos así que me enfundé un chándal y fui hasta mi cita…
Había quedado a unos minutos de mi casa, el llegar se me hizo eterno, esperar una medía hora sin respuesta me dejo chafado…
El caso es que mientras esperaba me pareció ver un coche similar, modelo, color… pero nadie apareció… estaba jodido y me fui directamente a la finca, aquello no iba a joderme más de lo permitido.
Ni rastro de mi conquista… así que me puse mi coraza (que se había resquebrajado por culpa de ese tío) y me follé a un chavalito fibradete que andaba baboso tras de mi.
Continué un ratillo más por allí y me entró un tío interesante, alto, moreno, de pelo rizado, buen cuerpo aunque sin vello, impresionantes y duras piernas… según me dijo era futbolista de un equipo de 1ª división… Madrileño, no estaba yo muy centrado en eso del fútbol así que no supe quién era, tiempo después comprobaría que era cierto…
Nos lo montamos, nos corrimos y me llevo a casa, quería volver a verme pero le dije que no me interesaba y fin de la historia.
A los pocos días volví a la finca y sorpresa… me encontré con Alberto.
Vi una silueta que prometía y me acerque… me pareció que era… sí, era él.
Emprendí mi huida y Alberto vino tras de mi, por todos los vericuetos de la finca… parecía que intentaba decirme algo… disculparse, que se yo.
Su persecución fue tremenda…
Salí a la carretera y rápidamente me metí en la dehesa, él venía hacia mi con el coche, me perseguía, estaba tan cabreado que no le di oportunidad alguna de que me explicara el motivo de su plantón…
De nuevo en carretera le vi apostado en la zona donde quedamos la anterior vez, hice un rodeo para no pasar ni de cerca por allí y se acabo el tema.
No hubo más encuentros y Alberto se quedó en un recuerdo.
viernes, 2 de enero de 2009
La finca de papá... zona caliente... parte I
Dependiendo de la hora el público era distinto, por las mañanas te encontrabas a muchos estudiantes (mi caso) gente de mediana edad (chupones de pollas) deportistas (cuerpazos luciendo músculo)
Por las tardes iban los currantes que salían de las oficinas (con sus trajes intactos) taxistas (esperando montar paquete) policías (que querían dar o que les dieran con la porra) ciclistas (marcando todo su potencial)
De noche era una mezcla de todo aunque abundaba la gente que iba en coche (los que luego te acercaban a casa) La otra parte era más propicia para los que les gustaba tomar el sol en pelotas, se metían en unas zonas profundas y esperaban a su partenaire particular.
Desde luego el sitio tenía morbo por todos los lados y durante varios años gozó de gran cantidad de participantes, después la cosa fue perdiendo adeptos por varios factores… empezaron unas obras para agrandar la carretera que dividía las dos zonas y esto hizo que los coches ya no pudieran entrar… era frecuente ver policía a caballo merodeando… tiraban basura a montones de obras próximas… la finca no volvió a ser lo que era nunca más… lástima.
Podría contar mil y una historias acontecidas en este lugar, gustaba y de qué manera, tenía a mis fijos, colegas de charla, vecinos de barrio… era popular y daba un morbo flipante.
Entre los fijos estaba un cachas peludete (con uno de los mejores culos que he catado) al que le encantaba que me la pelara dándole con el rabo en su culazo mientras le apretaba los pezones… me corría sobre su culo y él se llevaba la leche a su agujero, se la introducía toda… me ponía como una moto el cabrón.
Otro, que venía en un cuatro x cuatro, era un chaval bastante gordo, con unas tetas que parecía una tía, grandes, inmensas, llenas de pelos… me la chupaba como los ángeles… se llenaba toda aquella carne de mi leche y una vez expulsada pasaba la palma de sus manos sobre ella y las lamía…
Como he dicho infinidad de historias pero me voy a centrar en un tío llamado Alberto, la perfección hecha carne.
Veamos… 29 años, cuerpo musculado, vello en el pecho, piernas, culo… todo sin exagerar, perfectamente colocado, ja, ja, un rabo, bonito es poco, unas manos… vamos estaba increíble, inmenso, pero lo que me daba un morbo tremendo era su pelo (corto y grisáceo) con unas pedazo de cejas negras…
Vaqueros, chupa de cuero y encima guarrete, le encantaba exhibirse, meneársela mientras te acercabas, así le conocí.
Esa tarde andaba yo con mis colegas (Paco el poli, el banquero, el abuelo tragón y un par más) y le vi pasar… se me cayeron los gayumbos… que pedazo de tío…
Nuestras miradas se cruzaron, la conexión fue mutua, así que me despedí de la peña y fui a por él.
Le recuerdo bajo aquel gran árbol, jugueteando con su polla, tiesa y liberada de sus pantalones, invitándome a que me acercara…
Le estuve observando, me gustaba estudiar el comportamiento de cada uno que me tiraba, tras unos minutos avance hacia él.
Di un par de vueltas a su alrededor, mirándole fijamente a los ojos e ignorando su pedazo de carne, contacto visual, los destrozaba, me gustaba ese juego… tras mi hipnosis personal eran peleles en mis manos.
Me fui hacía otra dirección y esto termino de descolocarlo, de eso se trataba, era él quien debía seguirme a mi, siempre ha sido así, el nene nunca ira detrás de nadie.
Pasé cerca de mis colegas y estos comprobaron como el tío me seguía, diez puntos para mi.
Tenía estudiado al milímetro la zona y me pare en seco en donde sabía que continuaría el espectáculo.
Se situó frente a mi, se bajo el pantalón y el slip totalmente y tras escupir en la palma de su mano comenzó a cascársela brutalmente, me acerque a él y comencé a tocarle ese culo… pecado mortal… que pedazo de nalgas…
Busco mi boca con la suya y nos enroscamos en un beso sin fin mientras mis manos recorrían todo su cuerpo, parándome en sus pezones, en su musculado y velludo pecho, en sus duras nalgas… mientras él continuaba masturbándose.
Sus jadeos me advirtieron que se iba a correr, le metí un par de dedos por ese culo antes de que su leche inundara la boca de un desconocido que se nos había unido, del cual no teníamos noción hasta ese momento, el chavalote se fue contento y con la boca llena.
Sonreímos, nos abrazamos, me toco la polla (andaba tieso como era de esperar) me comento que eso habría que arreglarlo… “te acerco a casa y solucionamos tu problema por el camino, por cierto me llamo Alberto”